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domingo, 12 de julio de 2020

Vacuna frente al Virus del papiloma humano (VPH). Impacto sanitario tras 100 millones de vacunaciones

Consideremos ahora el resultado de intervenciones masivas frente a otra familia de virus, los virus del papiloma humano (VPH) capaces de producir varios tipos de cáncer en ambos sexos (cuello de útero, vulva, vagina, ano y oro faringe). En contraste con el virus Covid-19, para los VPH sí tenemos ya vacunas excelentes, acceso a técnicas diagnósticas de alto rendimiento y fiabilidad y una estrategia mundial de prevención coordinada por la OMS. Parecen las condiciones ideales para la eliminación de las infecciones y sus consecuencias. 

EL PROBLEMA. Globalmente estimamos el número de casos de cáncer  generados por estas infecciones en unos 600 000 por año y el número de fallecimientos en unos 300 000 por año. Se trata pues de un problema significativo de salud pública y de inequidad social. Efectivamente, la mayoría de los casos y de las muertes asociadas se producen en países de bajo nivel de desarrollo en África, América Latina y Asia
LOS RESULTADOS. Desde el inicio de las campañas públicas de vacunación en 2006/7, estimamos que unos cien millones de personas han sido  vacunadas y disponemos de excelentes resultados de eficacia en todas las patologías asociadas: reducción de las infecciones por los tipos de VPH incluidos en las vacunas, reducción de las  infecciones persistentes, de las lesiones pre-neoplásicas de alto grado (los estadios precursores del cáncer) y del cáncer cervical. La evidencia científica es suficientemente sólida y universal como para influir al máximo nivel político-sanitario. La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró en 2018 al cáncer cervical como una patología potencialmente eliminable como problema de salud pública (definida como la reducción de la incidencia por debajo de 4 casos por 100 000 mujeres-año). En mayo de 2020 la asamblea mundial de la salud (si llega a celebrarse) tiene en la agenda votar la propuesta del Director General y lanzar la campaña mundial de eliminación del cáncer de cérvix, como en el pasado lo hizo con la viruela, la polio y otras. 
La vacuna VPH es un éxito sin precedentes en la historia de la oncología preventiva

viernes, 26 de junio de 2020

Cambios genéticos y factores de riesgo del cáncer

Cada día se publican cientos de nuevos artículos e investigaciones sobre el cáncer. Hoy, aportamos nuestro granito de arena informativo resaltando aspectos importantes y datos epidemiológicos de esta patología de la mano de Nicolás Isacaz, miembro AEMPPI Ecuador.

Cómo empieza y se desarrolla

Cáncer es el nombre que se da a un conjunto de enfermedades relacionadas. En todos los tipos de cáncer, algunas de las células del cuerpo empiezan a dividirse sin detenerse y se diseminan a los tejidos del derredor. (1)
El cáncer puede empezar casi en cualquier lugar del cuerpo humano, el cual está formado de trillones de células. Normalmente, las células humanas crecen y se dividen para formar nuevas células a medida que el cuerpo las necesita. Cuando las células normales envejecen o se dañan, mueren, y células nuevas las remplazan. (1)
Sin embargo, en el cáncer, este proceso ordenado se descontrola. A medida que las células se hacen más y más anormales, las células viejas o dañadas sobreviven cuando deberían morir, y células nuevas se forman cuando no son necesarias. Estas células adicionales pueden dividirse sin interrupción y pueden formar masas que se llaman tumores. (1)
Muchos cánceres forman tumores sólidos, los cuales son masas de tejido. Los cánceres de la sangre, como las leucemias, en general no forman tumores sólidos. (1)

Cambios genéticos

Los cambios genéticos que contribuyen al cáncer tienden a afectar tres tipos principales de genes: proto-oncogenesgenes supresores de tumores y genes reparadores del ADN. Estos cambios se llaman a veces "causantes" de cáncer. (2)
  1. Los proto-oncogenes se dedican al crecimiento y división celular normal. Sin embargo, cuando estos genes se alteran en ciertas maneras o son más activos de lo normal, ellos pueden convertirse en genes causantes de cáncer (u oncogenes), al permitir a las células que crezcan y sobrevivan cuando no deberían. (2)
  2. Los genes supresores de tumores se dedican también a controlar el crecimiento y la división celular. Las células con algunas alteraciones en los genes supresores de tumores pueden dividirse en una forma sin control. (2)
  3. Los genes reparadores del ADN se dedican a arreglar un ADN dañado. Las células con mutaciones en estos genes tienden a formar mutaciones adicionales en otros genes. Juntas, estas mutaciones pueden causar que las células se hagan cancerosas. (2)

Factores de riesgo comunes

El cáncer es un proceso de crecimiento y diseminación incontrolados de células. Puede aparecer prácticamente en cualquier lugar del cuerpo. El tumor suele invadir el tejido circundante y puede provocar metástasis en puntos distantes del organismo. Muchos tipos de cáncer se podrían prevenir evitando la exposición a factores de riesgo comunes como el humo de tabaco. Además, un porcentaje importante de cánceres pueden curarse mediante cirugía, radioterapia o quimioterapia, especialmente si se detectan en una fase temprana. (3)
En la Región de las Américas, el cáncer es la segunda causa de muerte. Se estima que 2,8 millones de personas son diagnosticadas cada año y 1,3 millones de personas mueren por esta enfermedad anualmente. Aproximadamente el 52% de los nuevos casos de cáncer ocurren en personas de 65 años o menos, que están en la flor de la vida. Si no se adoptan más medidas, se prevé un incremento a más de 4 millones de nuevos casos y 1,9 millones de defunciones por cáncer para el año 2025. (4)
El cáncer se puede prevenir y controlar mediante la aplicación de estrategias basadas en la evidencia para la prevención, tamizaje y detección temprana, tratamiento y cuidados paliativos. Los factores de riesgo modificables más comunes son:
  • El consumo de tabaco
  • Baja ingesta de frutas y hortalizas
  • Uso nocivo del alcohol
  • Falta de actividad física
  • Infecciones crónicas del virus del papiloma humano (VPH) -para el cáncer de cuello de útero-, hepatitis B y C -para el cáncer de hígado- y H. pylori -para el cáncer estómago. (4)
Se estima que entre un 30-40 por ciento de los cánceres se podrían prevenir reduciendo estos factores de riesgo. Se pueden poner en marcha políticas para apoyar las opciones de estilos de vida saludables, y hacer que estos sean la elección más fácil para las personas. Muchos otros tipos de cáncer, especialmente cáncer de cuello uterino, de mama y colorrectal, pueden detectarse tempranamente y ser tratados eficazmente a través de programas organizados de tamizaje y detección temprana y acceso al tratamiento oportuno del cáncer. (4)
Referencias:
-Instituto Nacional del Cáncer I. ¿Qué es el cáncer? [Internet]. National Cancer Institute. 2016 [cited 2 February 2018]. Available from: https://www.cancer.gov/espanol/cancer/naturaleza/que-es
-Salas D, Peiró R. Evidencias sobre la prevención del cáncer. Revista Española de Sanidad Penitenciaria [Internet]. 2013;15(2):66-75. Available from: http://scielo.isciii.es/pdf/sanipe/v15n2/05_revision.pdf
-OMS O. Cáncer [Internet]. Organización Mundial de la Salud. 2016 [cited 2 February 2018]. Available from: http://www.who.int/topics/cancer/es/
-Cayon A. Día Mundial contra el cáncer 2017 | OPS OMS [Internet]. Pan American Health Organization / World Health Organization. 2016 [cited 2 February 2018]. Available from: http://www.paho.org/hq/index.php?option=com_content&view=article&id=12910&lang=es

Fuente:
https://www.elsevier.com/es-es/connect/medicina/cancer-cambios-geneticos-factores-riesgo

jueves, 25 de junio de 2020

Un test de saliva permite la detección precoz del cáncer de boca y cuello

Un informe del Journal of Molecular Diagnostics, publicado por Elsevier, ha descrito el uso de un nuevo método no invasivo que para detectar la presencia del virus del papiloma humano (VPH) -16, la cepa patógena asociada con el cáncer orofaríngeo (OPC, por sus siglas en inglés). Esta nuevo dispositivo, denominado 'acoustofluidics' detectó este tipo de cáncer en saliva en el 40 por ciento de los pacientes evaluados y en el 80 por ciento de los pacientes confirmados.

"El cáncer orofaríngeo tiene una incidencia aproximada de 115.000 casos al año en todo el mundo y es uno de los cánceres de mayor crecimiento en los países occidentales debido a la creciente incidencia relacionada con el VPH, especialmente en pacientes más jóvenes. Es fundamental que los métodos de vigilancia se desarrollen para mejorar la detección temprana y resultados", ha señalado el investigador Tony Jun Huang, del Departamento de Ingeniería Mecánica y Ciencia de los Materiales de la Universidad de Duke, en Durham, EEUU.


Esta novedosa técnica ofrece la posibilidad de una "detección temprana, evaluación de riesgos y monitorización" del virus y del cáncer orofaríngeo

"Teniendo en cuenta estos factores, la detección exitosa del VPH a partir de exosomas salivales aislados por nuestra plataforma acústica de fluidos ofrece distintas ventajas, que incluyen detección temprana, evaluación de riesgos y monitorización", ha añadido Huang. Esta técnica también puede ayudar a los médicos a predecir qué pacientes responderán bien a la radioterapia o lograrán una supervivencia sin progresión más prolongada.

Los exosomas son pequeñas microvesículas que se originan dentro de las células que se secretan en los fluidos corporales. Se cree que juegan un papel en la comunicación intercelular y su número es elevado en asociación con varios tipos de cánceres.

Acoustofluidics es una tecnología avanzada que fusiona acústica y microfluídica. Las muestras de fluidos se analizan utilizando un pequeño chip acústico desarrollado para aislar los exosomas salivales mediante la eliminación de partículas no deseadas según el tamaño, dejando muestras concentradas ricas en exosomas que facilitan la detección de biomarcadores específicos de tumores.

En este estudio, los investigadores analizaron muestras de saliva de 10 pacientes diagnosticados con VPH-OPC utilizando métodos tradicionales. Descubrieron que la técnica identificaba el ADN del biomarcador tumoral VPH-16 en el 80 por ciento de los casos cuando se combinaba con droplet digit PCR. Dado que este método es independiente de la variabilidad de la muestra que surge debido a los cambios en la viscosidad de la saliva y los métodos de recolección utilizados, puede resultar ideal para su uso en entornos clínicos.

Fuente: 
https://www.redaccionmedica.com/secciones/oncologia-medica/un-test-de-saliva-permite-la-deteccion-precoz-del-cancer-de-boca-y-cuello-9726

viernes, 18 de octubre de 2019

¿Por qué le dieron el Premio Nobel de Medicina a Harold zur Hausen en 2008?

El desarrollo de las vacunas profilácticas para prevenir la infección por algunos Virus del Papiloma Humano (VPH) vinculados a la etiología del cáncer del cuello uterino (CC) y su lanzamiento comercial en el 2006, seguramente motivó al comité Nobel para darle el Premio Nobel de la edición 2008 a uno o varios científicos relacionados con esos avances. Y no es para menos, es la primera vacuna que puede prevenir un tipo de cáncer, en este caso a través de evitar la infección de los VPHs oncogénicos identificados como agentes etiológicos del CC, el segundo cáncer más frecuente a nivel mundial. ¿Por qué seleccionó el comité Nobel al Profesor Harold zur Hausen?, si realmente zur Hausen no participó directamente en el desarrollo de las vacunas preventivas para el VPH. Pues ni más ni menos, porque prácticamente zur Hausen es el padre putativo de los virus del papiloma humano ligados al cáncer, ya que en su laboratorio del "Krebsforchungzentrum" en Heidelberg, Alemania se descubrieron y aislaron los VPHs oncogénicos hace casi 30 años.
Harold zur Hausen postuló, a principios de la década de 1970, que probablemente el VPH era el agente causal del cáncer del cuello uterino (CC), una época en la que la hipótesis del virus del Herpes simple tipo 2 (VH) era la hipótesis reina, y muy pocos o casi nadie apoyaron la hipótesis de zur Hausen, quizá sólo sus estudiantes de doctorado (no les quedaba otra) como Lutz Gissman. La Hipótesis del VH fue desechada a finales de 1970 cuando no se pudo identificar el genoma del VH en la mayoría de los CC con la novedosa técnica de hibridación de DNA, el "Southern blot" diseñada en 1975 por Erwin Southern. En los condilomas acuminados y las verrugas planas y vulgares, detectadas frecuentemente en la piel, ya se había identificado con microscopía electrónica la presencia del virus del papiloma humano en 1968. Basado en reportes anecdóticos de la esporádica conversión maligna de condilomas acuminados en CC, zur Hausen postuló en 1972 la hipótesis de que la infección por el VPH presente en los condilomas pudiera ser el agente etiológico del CC. Para demostrar esa hipótesis inició una gran "persecución" de los VPHs por todo tipo de lesiones cervicales. A finales de 1970, con la poderosa tecnología de DNA, aislaron el genoma viral de los VPHs identificados en las verrugas y por ensayos de hibridación y restricción, quedó claro que los aislados de diferentes muestras clínicas no eran exactamente iguales, por lo que fueron clasificados como tipos 1, 2, 3, 4 y así sucesivamente conforme se fueron descubriendo nuevos VPHs. Utilizando el DNA del VPH1 como sonda, Lutz Gissman, entonces profesor asociado en el laboratorio de zur Hausen, identificó y aisló el genoma del VPH6 de un condiloma acuminado en 1980 y con la sonda del VPH6 descubrieron el VPH11 en un papiloma laríngeo en 1982. El punto crucial se dio en 1983 cuando Matías Dürst, Gissman y otros colaboradores de zur Hausen aislaron el VPH16, y un año después el VPH18, a partir de muestras de CC. Posteriormente, se demostró que estos 2 tipos virales se encuentran en el 60-70% de los CC. Esta fue la primera evidencia experimental concreta de la asociación del VPH con el CC. Con esos descubrimientos rápidamente se fortaleció
la hipótesis del VPH como agente etiológico del CC y creció exponencialmente en todo el mundo el interés por la investigación de la relación del VPH con el CC y otras neoplasias genitales. Posteriormente el grupo de zur Hausen, el cual se expandió rápidamente en el Krebsforchungzentrum, descubrió otros tipos virales y varios mecanismos moleculares por los cuales los VPHs participan en la carcinogénesis. Por ejemplo, descubrieron en 1985 que en la mayoría de los CC el genoma viral se integra al genoma celular, preservando siempre los oncogenes E6 y E7 y perdiendo o interrumpiendo el gen E2. Por el contrario, en las lesiones pre-invasoras del cérvix el genoma viral se encuentra en forma episomal (circular) fuera de genoma celular y con el gen E2 completo. El gen E2 reprime la actividad de los oncogenes virales, por lo que zur Hausen postuló que el rompimiento de E2 durante la integración era un evento indispensable para la activación de los oncogenes virales y con ello la progresión tumoral de las lesiones pre-invasoras a cáncer invasor. Posteriormente se demostró que los VPHs, aunque son indispensables, no son capaces por sí solos de producir la invasión tumoral. Los VPHs estimulan continuamente el crecimiento tumoral, esto favorece que en un periodo de tiempo generalmente largo se generen mutaciones al azar en el genoma celular, algunas de ellas le confieren mayores capacidades oncogénicas a la célula neoplásica. Con base en datos experimentales generados en su laboratorio, zur Hausen postuló que para la evolución al fenotipo invasor es necesaria la pérdida sucesiva de varios genes supresores tumorales.
Algunos integrantes del grupo de zur Hausen, como Lutz Gissman, han participado en la generación de conocimientos de la respuesta inmune del huésped contra el VPH y las células tumorales. Sin embargo, no participaron directamente en el desarrollo de las vacunas preventivas que se utilizan actualmente, las cuales están basadas en la utilidad de los "virus like particles" o VLPs que son viriones vacios, sin genoma viral, producidos en forma recombinante en el laboratorio. Para el desarrollo de los VLPs y los estudios de vacunación preventiva en fase preclínica participaron varios grupos de investigación, entre ellos el de John Schiller, del "National Cancer Institute" de Estados Unidos. La fases clínicas para probar la utilidad de la vacuna en seres humanos prácticamente han sido patrocinadas por la industria farmacéutica siguiendo metodologías bien establecidas, para las cuales no se ha requerido de mucha creatividad, sino más bien de seguir los protocolos establecidos, epidemiólogos bien entrenados y mucho dinero para realizarlos.
Es evidente que el espíritu visionario, la creatividad y tenacidad de zur Hausen revolucionaron el conocimiento y crearon nuevos paradigmas para entender la etiología viral del cáncer. Asimismo, gracias a la generosidad de zur Hausen y Gissman, que rápidamente cedieron las sondas de los VPHs 6, 11, 16 y 18, se generaron grupos de investigación en el tema por todo el mundo, se descubrieron muchos otros VPHs y la investigación avanzó rápidamente para entender cómo los virus causan cáncer y el desarrollo de las vacunas profilácticas.


jueves, 13 de septiembre de 2018

Intervenciones para la prevención del cáncer de cuello de útero mediante modificaciones de la conducta sexual

Las mujeres jóvenes tienen un alto riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual (ITS), incluidos los tipos de virus del papiloma humano (HPV) que pueden causar cáncer de cuello de útero. Las tasas altas de ITS entre los jóvenes destacan la necesidad de estrategias efectivas para evitar la diseminación de las infecciones. Aunque los enfoques conductuales (p.ej. el uso sistemático de preservativos) podrían proteger contra las ITS y el cáncer de cuello de útero, hay una falta de pruebas sobre qué estrategias serían las más efectivas en la práctica. Esta revisión sistemática de la bibliografía se realizó para identificar qué tipos de estrategias conductuales se han probado y evaluar su efectividad.
Se hicieron búsquedas en ocho bases de datos bibliográficas electrónicas hasta el final de 2009.  Para considerarlos relevantes, los estudios tenían que utilizar un diseño de ensayos controlados con asignación aleatoria (ECAs); incluir mujeres jóvenes hasta la edad de 25 años; informar una o más intervenciones conductuales dirigidas a evitar las ITS o el cáncer de cuello de útero; y registrar medidas de resultado conductuales (p.ej. uso de preservativos) o biológicos (incidencia de ITS o cáncer de cuello de útero).
Las búsquedas identificaron 5271 registros bibliográficos. La revisión de los registros realizada por dos revisores de forma independiente identificó 23 ensayos controlados con asignación aleatoria (ECAs) relevantes. Los ensayos se realizaron principalmente en los EE.UU. (21 ensayos) y en consultorios de asistencia sanitaria (p.ej. planificación familiar) (14 ensayos); sólo cuatro se realizaron en ámbitos educacionales. Las participantes de los ensayos tuvieron características socioeconómicas y demográficas mixtas y la mayoría tenía experiencia sexual. Las intervenciones principalmente proporcionaron información acerca de las ITS y enseñaron habilidades para una relación sexual más segura (p.ej. comunicación con las parejas), ocasionalmente complementadas con provisión de recursos (p.ej. servicios de salud sexual gratis). Las intervenciones variaron considerablemente en cuanto a la duración, el tiempo de contacto, el profesional, los objetivos conductuales y las medidas de resultado. Se abordaron varias ITS incluida la infección por VIH y clamidia, pero no el HPV explícitamente.
La medida de resultado conductual más frecuente (medido en 19 ensayos) fue el uso de preservativos para el coito vaginal. Las parejas sexuales, la abstinencia sexual y las ITS se informaron en cuatro, dos y 12 ensayos respectivamente. En cuanto a los efectos estadísticamente significativos, algunas intervenciones mejoraron la conducta relacionada con el preservativo y redujeron el número de parejas sexuales, pero ninguna afectó la frecuencia de episodios sexuales. Los efectos de las intervenciones sobre las ITS fueron limitados. Ninguna de las intervenciones pareció tener efectos perjudiciales. Los métodos utilizados en los ensayos no siempre se describieron bien, lo que dificultó determinar si sus resultados pueden haber estado sesgados. En conclusión, aunque algunas intervenciones conductuales mejoran la conducta relacionada con el preservativo, los ensayos se han realizado principalmente en ámbitos de asistencia sanitaria de los EE.UU., no abordaron específicamente el HPV y fueron demasiado diferentes para permitir la identificación de qué tipo de intervención fue más efectiva.
Conclusiones de los autores: 
Las intervenciones conductuales en mujeres jóvenes que intentan promover conductas sexuales que las protejan de la transmisión de las ITS pueden ser efectivas, principalmente la estimulación del uso de preservativos. Las evaluaciones futuras deben incluir un mayor énfasis en el HPV y su vínculo con el cáncer de cuello de útero, con seguimiento a largo plazo para evaluar la repercusión sobre el cambio de conductas, las tasas de infección por el HPV y la progresión al cáncer de cuello de útero. De ser posible, los estudios deben utilizar un diseño de ECAs con una evaluación integral de los procesos y un análisis de la relación coste-efectividad cuando sea apropiado. Debido al predominio de los estudios de EE.UU. en esta revisión sistemática, las evaluaciones realizadas en otros países serían particularmente útiles.

https://www.cochrane.org/es/CD001035/intervenciones-para-la-prevencion-del-cancer-de-cuello-de-utero-mediante-modificaciones-de-la

domingo, 5 de agosto de 2018

Estados con mas VPH en Mexico

Papiloma humano ocupa el cuarto lugar entre los tipos más comunes de cáncer que afecta a mujeres, sin embargo Jalisco es el estado más afectado en hombres.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el virus de papiloma humano (VPH) ocupa el cuarto lugar entre los tipos más comunes de cáncer que afecta a mujeres, sin embargo Jalisco es el estado más afectado en hombres.
El virus de papiloma humano puede causar verrugas en diferentes partes del cuerpo, este se propaga a través del contacto sexual, ya sea por relaciones orales, vaginales o anales con una persona infectada, en algunos casos el paciente puede desarrollar un cáncer.
Estados más afectados por papiloma humano
Pese a ser más común en mujeres, estos son los estados con más casos de VPH en hombres según el reciente reporte de la Dirección General de Epidemiología, (DGE).
  • Jalisco con 169
  • Tlaxcala con 111
  • Ciudad de México con 79
  • Estado de México con 73
  • Puebla con 72
La subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud, señaló que en muchas ocasiones el VPH no genera problemas de salud pero los virus 16 y 18 causan el 70 por ciento de los cánceres cervicouterinos, mientras que los tipo 6 y 11 general el 90 por ciento de las verrugas.
¿Cómo prevenir?
Durante el 2017 se encontraron 552 casos de virus en mujeres representando el 88 por ciento de los 624 casos en total de VPH. De ahí la importancia, de que las niñas a partir de los 11 años de edad se apliquen la vacuna contra el VPH, la cual puede prevenir la infección, agregó la Secretaría de Salud Federal.
Aunque específico que la forma más confiable de prevenir la infección es con el uso correcto y constante del condón en las relaciones orales, vaginales y anales.
Debido a que no hay tratamiento para el VPH, los afectados deben atenderse con el médico quien evitará el crecimiento de la verruga, por ello la importancia de que las mujeres se realicen cada año la prueba del Papanicolaou.



miércoles, 16 de mayo de 2018

¿Funciona la vacuna contra el virus del papiloma?



El autor principal de esta revisión Cochrane, el doctor Marc Arbyn, de la Unidad de Epidemiología del Cáncer del Belgian Cancer Centre, Sciensano, afirmó: «Los hallazgos de esta revisión deben considerarse dentro del contexto de múltiples estudios internacionales de vigilancia, realizados por el Comité Consultivo Mundial sobre Seguridad de las Vacunas de la OMS desde que se autorizaron las vacunas. El Comité concluyó que el perfil de riesgo-beneficio de las vacunas contra el VPH continúa siendo favorable. Además, mostró su preocupación acerca de las afirmaciones injustificadas sobre los daños, las cuales que no están respaldadas por pruebas epidemiológicas ni biológicas y que podrían afectar a la confianza de los ciudadanos. Al mismo tiempo, el Comité animó a las autoridades sanitarias a continuar la vigilancia y la investigación en busca de posibles acontecimientos adversos».

Existen muchos tipos de VPH diferentes. Algunos están asociados con la aparición de estas lesiones cervicales que pueden convertirse en cancerosas y están considerados como tipos de VPH de alto riesgo. Dos de estos tipos de alto riesgo (VPH16 y VPH18) son los responsables del 70% de los casos de cáncer de cuello de útero del mundo. Las vacunas se han desarrollado para ayudar al sistema inmunitario a reconocer ciertos tipos de VPH. Debido a que este tipo de cáncer puede tardar varios años en desarrollarse, los organismos reguladores y las agencias internacionales de salud, como la Organización Mundial de la Salud (OMS), consideran que las lesiones cervicales son la variable de valoración de preferencia para los ensayos sobre la vacuna contra el VPH.

La doctora Jo Morrison, especialista en oncología ginecológica en el Musgrove Park Hospital de Somerset, en Reino Unido, afirmó: «La vacunación tiene como objetivo preparar al sistema inmunitario para que produzca anticuerpos que bloqueen las futuras infecciones naturales por VPH. Estos datos muestran que la vacunación contra la infección por VPH protege frente a la lesión premaligna cervical y es muy probable que esto reduzca las tasas de cáncer de cuello de útero en el futuro. Sin embargo, no puede prevenir todo el cáncer de cuello uterino y continúa siendo importante realizarse pruebas regulares de detección aunque hayamos sido vacunada».

Además, añadió: «El cáncer de cuello de útero puede tardar muchos años en desarrollarse tras la infección por VPH y la aparición de lesiones precancerosas, por eso se necesitan estudios de seguimiento a largo plazo para averiguar los efectos de las vacunas contra el VPH sobre las tasas de cáncer de cuello uterino».

Cita completa: Arbyn M, Xu L, Simoens C, Martin-Hirsch PPL. Vacunación profiláctica contra los virus del papiloma humano para la prevención del cáncer de cuello de útero y sus precursores. Cochrane Database of Systematic Reviews 2018 Issue 5. Art. No.: CD009069. DOI: 10.1002/14651858.CD009069